martes, 12 de agosto de 2008


Al azar

también se le puede hacer trampas

para que juegue a nuestro favor

5 comentarios:

Nathan Kurtz dijo...

No pensé que eras de las que al llegar al final arranca dos hojas de las margarita simulando que solo es una para que termine diciendo "no me quiere. menos mal" juas

Pia dijo...

Bueno si fuese así.. creo que no seria azar, perderia la emosión de lo quieres y que respuestas dará.


saludos! muâ

butherfly dijo...

Pos, las trampas sólo permiten engañarse uno mismo... joeeeeeeeeee...

un besazo desde Vigo guapa...

Pablo Franco dijo...

No me vendría mal estos días una margarita de esas...

Alberto Rey dijo...

Esto.....¿te quedan margaritas de esas?

Un abrazo del vago!